Paramount Pictures supo cuándo hacerles caso a los fans. Los demás estudios tienen que tomar nota. ¡OJO! No estoy diciendo que los estudios deben hacerle caso a todo lo que digan los fans. Todo depende de la situación o elementos que se esté discutiendo de una película.
Me explico…
En el caso de Paramount Pictures y su situación con el diseño del personaje de Sonic The Hedgehog, que explotó el año pasado, fue una sabia decisión hacerles caso a los fans. El diseño original del personaje, el cual quedó raro y feo, traqueteaba demasiado el material nostálgico a nivel visual, más no hacía sentido. Ahí sí era necesario hacerles caso a los fans, ya que tenía el potencial de destruir lo que salió ser una awesome película.
Gracias a Dios que rediseñaron al personaje, porque sino la atención se iba a desviar full de lo que ahora es uno de los primeros éxitos taquilleros del 2020. Y sí, la gente es muy visual y el diseño podría distraer grandemente. Recuerden que lo negativo se señala más rápido que lo positivo. La gente no se iba a enfocar en la historia ni en Jim Carrey ni en la awesome voz que brindó Ben Schwartz a Sonic, sino en los dientes humanos y el físico anoréxico de Sonic. Los diseñadores escucharon que eran un live action movie de Sonic y lo cogieron demasiado literal. Damn, trataron de hacer un híbrido de Sonic con partes humanas. ¡Mala decisión! Anyway, Paramount actuó a tiempo. Está haciendo muy buen dinero.
Como escribo una cosa, tengo que escribir la otra. El caso de Sonic es la gran excepción a la regla. La gran mayoría de las veces no es muy buena idea hacerles caso a los fans. Como escribí al principio, todo depende de los elemento o situación que se esté discutiendo de una película. Cuando se trata de castings de los personajes, ahí hay que hacerle caso a los creativos envueltos en la producción de la película. Los fans no pueden tener participación en esto. ¿Por qué? Sencillo, cuando se está desarrollando una película, el director y escritor ya tienen una idea de cómo debe ser las cosas dejándose llevar por la historia que quieren contar. Algo que los fans no tienen conocimiento. Por lo que sus opiniones se van a basar en su único punto de referencia que sería el videojuego, libro, película original o cómic en el cual se va a basar. Ellos no tienen el conocimiento de la narrativa que se quiere desarrollar.
Dos ejemplos perfectos son los castings de Michael Keaton como Batman/Bruce Wayne para Batman (1989) y el de Heath Ledger como Joker para The Dark Knight (2008). Ambos castings fueron controversiales en sus respectivos tiempos. En el caso de Michael Keaton, los fans no estaban muy contento con la selección de Tim Burton (director de Batman [1989]), ya que Keaton contaba con una filmografía basada en comedias. No podían visualizar a un comediante como Bruce Wayne. Gracias a Dios, Tim Burton ni Warner Bros cedieron ante las quejas de los fans. Gracias a la decisión de ignorar a los fans, obtuvimos dos películas increíbles de Batman y una de las mejores interpretaciones de Batman.
La controversia con Heath Ledger fue interesante de ver. Para ese entonces, ya existía social media, por lo que ruido de las quejas se amplificó. Pero eso no fue lo más interesante. Cuando anunciaron el casting de Ledger, el actor Jack Nicholson, quien interpretó al Joker en Batman (1989), no le agradó mucho el anuncio y mencionó que él estaba disponible pa’ regresar al papel. Damn, que mucho maltrato pa’l Ledger. La queja mayor sobre Ledger es que él era un bonitillo y heartthrob. ¡Oh! Cuan equivocados estaban. Ledger no solamente se robó el show, sino que elevó de por vida al personaje de Joker. De hecho, Ledger le abrió el camino al Joker de Joaquin Phoenix.
En estos casos, la visión de los creativos se concretó de maravilla porque sus decisiones añadían sustancia a la narrativa fílmica. Ese tipo de sustancia un fan no lo puede visualizar hasta que vea el producto final. Ya que su punto de referencia es una narrativa ya existente, creada para otro medio o con otro propósito narrativo.
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