The Trial of the Chicago 7 es el vivo ejemplo de que la historia se repite.
Ya la he visto tres veces y cada vez me quedo boquiarbierta con todos los paralelos entre ese suceso ocurrido a finales de los sesenta y el tiempo presente. Algo que Aaron Sorkin (director y guionista) se encargó de subrayar a través de toda la película. Es simplemente inevitable hacer comparaciones.
La trama te mantiene en shock en todo momento. Desde un principio sabes que quieren jorobar a los siete acusados y aún así continúas viendo indignadamente. En la manera que se desarrolla la injusticia por un estúpido roce de egos. Que la actitud chismín de un “alto” empleado del gobierno sea el causante de persecución política de inocentes, lo que saca por el techo, pero no puedes parar de ver. Es como ver un choque automovilístico en cámara lenta. Sorkin, eres un genio.
Una de las tantas maravillas que hizo Sorkin en esta película fue la objetividad con la que presentó ambas caras de la moneda. Presenta a un personaje que es la personificación de la ultraderecha y otro que es un conservador con humanidad. El juez Julius Hoffman (interpretado por Frank Lagella) siendo el demonio y Richard Schultz (interpretado por Joseph Gordon-Levitt) el humano. También presenta la división disimulada de los demócratas entre izquierdistas y progresistas. El izquierdista siendo liderado por Abbie Hoffman (interpretado por Sacha Baron Cohen) y el progresista que no quiere distracciones de la verdadera revolución, Tom Hayden (interpretado por Eddie Redmayne). Honestamente, le agradezco a Sorkin que haya sido lo más objetivo posible, ya que hoy día es tan fácil presentar un solo lado de la moneda. Yo aprecio mucho las historias que exploran todos los aspectos de cualquier suceso. Y no, no estoy defendiendo un lado más que el otro. En mi opinión, ambos bandos han metido la pata. Pero aquí se habla de películas y no política. Así que prosigo con The Trial of the Chicago 7.
En fin, el elenco estuvo espectacular, pero los que me volaron la mente fueron Sacha Baron Cohen y Yahya Abdul-Mateen II. Aunque de Sacha no me debiera de extrañar, ya que el tiene una base en comedia y usualmente los que practican comedia física pueden hacer una magnífica transición a drama. En cambio, a Yahya, ese hombre tiene de los mejores range en actuación que he visto en estos últimos años. Necesito ver más de él.
De hecho, ahora que estoy terminando de escribir mi opinión, voy a darle play otra vez a The Trial of the Chicago 7. Sí, así de obsesiva soy.
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